Una propiedad mágica y atípica sublimada por bellos paisajes. Entre ríos y pastos, la propiedad de 27 hectáreas se extiende entre colinas y valles, claros y rocas, y en las alturas se enclavan pequeñas casas entre los árboles que se funden con el paisaje. Este lugar es tanto un deleite para los animales como para los felices propietarios. Algunas construcciones en plena naturaleza son lugares fascinantes, enriquecedores, que nos permiten reconectar con el Robinson Crusoe que llevamos dentro. Ésta es la realización de uno de ellos, que quiso ofrecer una experiencia única y maravillosa a los viajeros en busca de una conexión con la naturaleza. Los que sueñen con despertarse en silencio y acostarse con un cielo estrellado serán los reyes de esta finca, que consta de casas en los árboles y un río y un arroyo privados en los que tomar el sol o deslizarse en kayak para descubrir el entorno, formado por 900 olivos, robles, árboles frutales, campos de lavanda o encinares. Un lugar mágico que puede ser justo el lugar que está buscando para continuar con su alojamiento y desayuno o convertirse en su propio edén.
Tiene licencia de turismo rural
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